El estudio del agua y los inicios de la microbiología española

Alfonso V. Carrascosa

Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación (CSIC-UAM)

Recién cumplidos los setenta años de la primera institución científica española que incluyó en su nombre la palabra ecología, el Instituto Español de Edafología, Ecología y Fisiología Vegetal del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), fundado al mismo tiempo que el actual Instituto Pirenaico de Ecología allá por 1942 –entonces Centro de Estudios Pirenaicos-, pocos saben que una de las vías de penetración de la microbiología en nuestro país fue el estudio microscópico del agua, llevado a cabo por algunos naturalistas que llegaron a realizar las primeras investigaciones científicas en ecología microbiana llevadas a cabo en España.

El estudio del agua, pero sobre todo su observación microscópica, ha contribuido no poco al desarrollo de la microbiología. Así, Antonie von Leewenhoek (1632-1723) describió algunos de sus animálculos a partir del estudio de los protozoos que observaba en el agua de las charcas. El agua siempre supuso para los microscopistas un objeto cómodo de trabajo, ya que bastaba con poner una gota de ella en un porta, añadir un cubre…¡y a observar!.

Los establecimientos médicos en los que se instalaron microscopios en España, a finales del siglo XIX, han sido propuestos como los primeros lugares en investigar en microbiología, contribuyendo al desarrollo de la denominada medicina de laboratorio, que defendía la aplicación del microscopio a la patología y a la clínica. En paralelo, los descubrimientos de Pasteur en el vino, que dieron lugar a la moderna microbiología,  se difundieron a través del mundo agrícola y de la fermentación, gracias también en buena parte al uso del microscopio. Un tercer conjunto de establecimientos –hasta ahora inédito- donde se incorporó el microscopio como herramienta de trabajo fue el dedicado a las ciencias naturales, y en él fueron varios naturalistas interesados por el estudio del agua quienes también fomentaron el desarrollo e implantación de la microbiología.

Así ocurrió en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC), concretamente con tres científicos que fueron pensionados por la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), dos de los cuales continuaron su actividad en el CSIC, tras incorporarse al mismo MNCN.

José Madrid Moreno (1863-1936) fue nombrado Jefe de la Sección de Microbiología del MNCN en 1920, año en que dicha sección se erigió. Era desde 1903 catedrático de Técnica Micrográfica e Histología Vegetal y Animal de la Sección de Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, así como Subjefe del Laboratorio Municipal de Higiene de Madrid y Jefe de la Sección de Bacteriología. Fue nombrado en 1920, por el Ministerio de Instrucción Pública, Jefe de la Sección de Microbiología del Instituto Nacional de Ciencias Físico-Naturales, con destino en el MNCN. En el año 1897 obtuvo, por concurso, la plaza de profesor auxiliar de la misma Facultad de Ciencias, Sección de Naturales, de la Universidad Central, y ese mismo año aprobó todos los ejercicios de oposición a la Cátedra de Organigrafía y Fisiología Vegetal de la misma universidad, obteniendo un voto. Tres años antes fue designado por el Ayuntamiento madrileño profesor encargado del Gabinete Micrográfico Municipal, cargo que fue elevado después al de Subjefe del Laboratorio Municipal de Higiene y Jefe de la Sección de Bacteriología, en el que siguió definitivamente. En mayo de 1903 ganó la Cátedra de Técnica Micrográfica e Histología Vegetal y Animal de la Sección de Naturales de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central, que desempeñó hasta su jubilación reglamentaria. Años más tarde fue, durante un largo período, Subdirector del MNCN. Jose Madrid contribuyó pues al fomento de la microbiología mediante la impartición de cursos, la escritura de libros – como “Microbiología de las aguas potables” (1910)-, y la realización de trabajos de investigación sobre la microbiología del agua. Portada libro Microbiología de las aguas potables, de J. Madrid

Portada libro "Microbiología de las aguas potables", de J. Madrid

 

Contemporáneamente a él trabajó en el MNCN Celso Arévalo (1885-1944), considerado pionero de la ecología española, parte de cuyo importante trabajo fue describir la influencia del medio ambiente sobre el desarrollo de los microbios. De hecho, el primer estudio realizado en España propiamente encuadrable en lo que hoy se denomina ecología microbiana fue publicado por él en 1923, en el titulado “Algunas consideraciones sobre la variación temporal del plankton en aguas de Madrid”. En dicho artículo se recoge la evolución de ciertos protozoos (Peridinium y Polyarthra) en relación con la climatología. Este estudio lo publicó Arévalo siendo Jefe de la Sección de Hidrobiología del MNCN, cargo que ocupó desde 1920 a 1930. Celso Arévalo, prolífico autor de obras sobre ciencias naturales, dedicó antes del mencionado trabajo una de ellas a la microbiología de los alimentos, incluída el agua,  titulada “Manual de higiene privada y social con nociones de bacteriología y demografía”, libro publicado en 1914. Celso Arévalo

Celso Arévalo

 

Tras el fallecimiento de Arévalo, continuó en el MNCN su trabajo Emilio Fernández Galiano (1885-1953), entre cuyos méritos cabe destacar el ser el autor del primer libro escrito en español sobre protistología, titulado “Morfología y biología de los protozoos” (1921). Muchos de estos microbios viven en el agua, y allí los estudió su autor. Fernández Galiano completó la visión médica de la protistología –dedicada al denominado parasitismo- y creó escuela, que incluyó entre otros a su hijo, Dimas Fernández Galiano, dedicado a la ciliatología, que también hizo estudios vinculado al MNCN, ya en época del CSIC. Los estudios de Emilio Fernández Galiano, al igual que los de Arévalo, también ponen en evidencia la relación entre la vida de los protozoos y el ambiente que los rodea, es decir, tiene un enfoque ecológico, y sin duda constituyen otro hito de la historia de la microbiología abordada por  naturalistas. Emilio Fernández Galiano

Emilio Fernández Galiano

MORFOLOGIA Y BIOLOGIA DE LOS PROTOZOOS (Madrid, 1921)...E. Fernandez Galiano (Libros Antiguos, Raros y Curiosos - Ciencias, Manuales y Oficios - Bilogía y Botánica)

Portada del libro "Morfología y biología de los protozoos" (Madrid, 1921), de E. Fernandez Galiano (Libros Antiguos, Raros y Curiosos - Ciencias, Manuales y Oficios - Bilogía y Botánica)

 

Bibliografía

Báguena, Mª. J. (1984a). La microbiología en el siglo XIX español: organización de su actividad científica. Med. Esp. 83, 180-183.

Casado de Otaola, S. (1997) “Los primeros pasos de la ecología en España”. Ed. Ministerio de Medio Ambiente, Madrid.

Martínez, M.C. (2005). Luis Pasteur en España. Siglo XIX. Llull 28, 107-129

Otero y Carvajal, L.E. y López Sánchez, J.Mª (2012). “La lucha por la modernidad. Las ciencias naturales y la JAE”. Ed. CSIC y Amigos de la Residencia de Estudiantes.