El agua: medio de cultivo de peces y agentes patógenos

Ariadna Sitjà Bobadilla, Jaume Pérez Sánchez

Instituto de Acuicultura Torre de la Sal (CSIC)

Beneficios del consumo de pescado

Los beneficios nutritivos del consumo de pescado, sobre todo el marino, son muchos y se han difundido ampliamente al gran público. Aporta proteínas fácilmente digeribles, vitaminas y sales minerales esenciales y aceites de la serie omega-3, que ayudan a controlar el colesterol y a prevenir las enfermedades cardiovasculares.

El éxito de los cultivos de peces en el Mediterráneo

Las principales especies de peces marinos cultivados en los países de la cuenca mediterránea son la dorada, la lubina y el rodaballo, con una producción menor de corvina, lenguado, besugo, seriola, así como el engorde del atún. Este notable incremento de la producción de peces ha sido posible gracias al conocimiento tecnológico y científico, que ha llevado a la implantación masiva de jaulas de engorde de peces en nuestras costas. 

factores que limitan la producción

Los principales cuellos de botella de la producción y comercio piscícolas son el coste de los piensos y las pérdidas debidas a las enfermedades. En los últimos años se ha avanzado notablemente en la formulación de los piensos comerciales con el uso de materias primas de origen vegetal y la adición de sustancias inmunomoduladoras que preparan a los peces para eventos adversos, como transportes, temporales, clasificaciones, bajas temperaturas, etc.

Para que se produzca una enfermedad tiene que estar presente no sólo el agente infeccioso sino darse una serie de condicionantes en el pez y en el medio (Fig. 1). Por ejemplo, el aumento de los sistemas intensivos de producción, la utilización de piensos inadecuados para la especie y fase del ciclo de producción, la introducción de nuevas especies y los transportes en el mercado internacional favorecen la aparición de los problemas patológicos.

Factores que favorecen la transmisión de las enfermedades

El agua es un excelente medio de cultivo y transmisión de agentes patógenos (virus, bacterias, parásitos) y de difícil control, especialmente en los cultivos en jaulas en mar abierto por distintos motivos:

  • La calidad del agua no se puede controlar, por tanto cualquier incidencia medioambiental o agente patógeno que se transmita a través de ella es incontrolable.
  • Se introducen animales juveniles de otras áreas de producción, a veces incluso de otros países, y por tanto pueden ser portadores en origen de los agentes infecciosos.
  • Algunos estadios parasitarios o los hospedadores intermediarios pueden entrar en la jaulas o crecen o se adhieren al “biofouling” de las redes de las jaulas, favoreciendo la accesibilidad de los parásitos.
  • Los peces cultivados pueden entrar en contacto con otros peces que merodean las jaulas o incluso que penetran en su interior y que pudieran ser reservorios u hospedadores naturales.
  •  Los efluentes no están controlados: los ciclos de los patógenos pueden  mantenerse o incluso favorecerse por las emisiones de heces, mucus de la piel o del intestino, peces muertos, peces que se escapan de las jaulas, etc., y esto es difícilmente controlable.

Huevo de monogéneo, ectoparásito de las branquias de lubina © A. Sitjà

Huevo de monogéneo, ectoparásito de las branquias de lubina © A. Sitjà

La mayoría de las enfermedades de peces cultivados no se considera una amenaza  directa para la salud humana, es más, el riesgo de transmisión es mucho menor que con productos de pesquerías. No obstante, influyen negativamente en la comerciabilidad del producto y la confianza del consumidor, por lo que su control se hace doblemente necesario.

Vacunación masiva por inyección en una granja de lubina. © P. Varvarigos (VetCare)

Vacunación masiva por inyección en una granja de lubina. © P. Varvarigos (VetCare)

El control de las enfermedades implica el uso de productos químicos tales como alguicidas y biocidas y antibióticos cuyo uso indiscriminado puede amenazar la salud humana y la del mar. No obstante, los controles epidemiológicos, la introducción de vacunas, la alimentación con piensos que mejoran la salud  de los animales, la disminución de las manipulaciones que estresan a los peces, la implantación de protocolos de buenas prácticas y la aplicación de legislaciones cada vez más restrictivas están haciendo que tales riesgos se vayan minimizando y que la acuicultura sea una actividad sostenible y respetuosa con el medio ambiente para que el mar siga siendo esa gran despensa azul.

Figura 1. Factores que condicionan la aparición de enfermedades en los peces cultivados

Figura 1. Factores que condicionan la aparición de enfermedades en los peces cultivados


La revolución azul

La acuicultura es una de las formas más antiguas de producción de animales y vegetales. Desde  los primeros cultivos de carpas en China 3800 años a.C., la acuicultura ha superado ampliamente todas las expectativas de producción, para convertirse en lo que se ha denominado la «Revolución azul». La acuicultura es hoy una actividad en constante expansión, llamada a compensar el estancamiento de la pesca extractiva para cubrir la demanda de productos pesqueros. España es el primer productor acuícola en volumen de los países europeos, con una clara línea ascendente, si bien se ha estancado en los cuatro últimos años. No obstante, España consume más productos acuáticos (36,7 Kg/hab/año) de los que produce por lo que también es un gran importador.


Más información en:
www.iats.csic.es
www.acuiverde.es