El saneamiento mejorado es la clave para erradicar la pobreza

El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, en una reunión que convocó a ministros de finanzas, agua y saneamiento de todo el mundo, hizo un llamamiento a los líderes mundiales para que adopten medidas urgentes para que faciliten el acceso de sus habitantes a servicios de saneamiento básico como un medio para luchar contra la pobreza. Estas declaraciones anteceden a las Reuniones de Primavera 2014 del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Grupo Banco Mundial.

Se estima que unas 2,500 millones de personas no tienen acceso a inodoros en buen estado ni medios sanitarios para desechar heces humanas. Esto incluye a 1,000 millones de personas que practican la defecación al aire libre cerca de ríos y campos, con lo que propagan gérmenes de desechos humanos mediante los alimentos, agua y el lavado de ropa. Las enfermedades diarreicas resultantes causan miles de muertes diarias de niños y niñas, e innumerables impactos negativos como retrasos en el crecimiento infantil. Los impactos económicos por pérdidas relacionadas con enfermedades, salud, medio ambiente e industria son igualmente chocantes. Y pese a que casi 1,900 millones de personas han conseguido acceso a inodoros o letrinas desde 1990, el saneamiento sigue siendo uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio más alejados de la meta a nivel mundial.

Kim mencionó que el Banco Mundial no puede alcanzar sus metas —erradicar la extrema pobreza para el año 2030 y promover la prosperidad compartida para el 40% de la población más pobre— sin solucionar el problema del mal saneamiento, que está directamente relacionado con la pobreza.

En los últimos siete años, el Banco Mundial ha comprometido un promedio de más de US$ 3,000 millones anuales para servicios de agua y saneamiento, y es el mayor financista para agua y saneamiento a nivel mundial.
 

Fecha: 

21/04/2014